jueves, 12 de marzo de 2009

Maceta de Ramón Cobos


No recuerdo a qué se dedicaba exactamente pero sé que escribía. Tal vez era periodista. El caso es que corría el año 1991 (tenía yo entonces 17 años), era Noviembre y yo iba a un gimnasio (en el que estuve apenas dos meses) y fue allí donde conocí a Ramón Cobos. Se interesó por mí y entre estiramientos de tríceps y cuádriceps hablábamos de la poesía y de la vida. Le enseñé las cosas que yo escribía por entonces y me animó y me insistió en que nunca dejara de hacerlo.
Mantuvimos una breve correspondencia por correo ordinario. No fueron más de dos cartas. Aquella amistad no evolucionó por motivos que ahora considero absurdos y estúpidos y que no voy a detallar... sin embargo conservo su maceta y recuerdo aquel encuentro con cariño. Transcribo el texto que añadió en el envés del dibujo:
Pese a que lo digas al contrario, tú eres el polizón en el alma de la poesía. Pero lo que escribes tiene, al menos por ahora, la suficiente fuerza como para pensar que, algún día, el polizón se torne capitán de esa maravillosa embarcación que es la poesía, arca de Noé del alma.
Donde empieza aquello que llamas La Nada, está el umbral de lo que buscas; la ósmosis de los sentidos que van y vienen, una voz y un caudal y tal vez la respuesta.
(No lo olvides, Bollaín: sabiduría e ignorancia siempre se alejan ¡Siempre!
Medita sobre esta frase de J. Ramón Jiménez: "Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas". 27-11-91. Sevilla. Ramón Cobos.
Las frases sueltas que eligió de mis poemas de entonces y que aparecen en la maceta son estas:
Razono con la luz.
¿No se trata de vivir?
Cuando encuentre la respuesta.
¿Qué sentirás después?
¿Quién es mi vida?
Oscuros gatos te observan.
Allí donde la poesía es dolor feliz.
Gracias Ramón.

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