lunes, 6 de julio de 2009

Apuntando a los sueños

Cojo un coche y salgo a la autopista. Me quedo dormido y el coche conduce solo. Cuando despierto, sano y salvo, he llegado a algún sitio bastante alejado de mi origen. Entonces cojo un coche diferente, vuelvo a quedarme dormido y aparezco en otro lugar más lejano aún. Una de las veces me despierto en pleno viaje y veo que la conducción automática del vehículo no es del todo correcta, que se mete en contramano o esquiva peligrosamente algunos obstáculos o a otros coches, entonces me veo obligado a coger el volante para maniobrar unos segundos pero vuelvo a quedarme dormido y todo funciona, acabo llegando a alguna parte y realizo otro cambio de vehículo... Recuerdo que el último coche -un escarabajo con grafittis- es el que más me gusta.

2 comentarios:

Diáfana dijo...

Aún te sientes dormido en la importante tarea de tomar las riendas de tu destino (ese que no existe si no se piensa en él) pero aún asi, aún consciente de tu letargo, confias y compruebas que ciertamente todo llega a buen puerto gracias a tu instinto.
Y por supuesto la mejor herramienta es un escarabajo tuneado. Es que un audi A4, azul oscuro por fuera y beige por dentro no te pega nada de nada.

aina libe dijo...

Estudiaste psicología o es ciencia infusa tuya? Me parece un análisis muy correcto y positivo... jejeje.

Besos.

Felipe.